Cursos Lúdicos (Gamificación)

JUEGOS VIRTUALES AUTOORGANIZATIVOS

Una forma lúdica de acceso a los procesos de imaginación autoorganizativa, es a través de juegos virtuales, que contemplan herramientas de gamificación para el aprendizaje atractivo y cooperativo de los participantes. Para estos fines se desarrollan los siguientes juegos:

– Juego de la vida de Conway

– Jardín electrónico

– Juego de la inmortalidad

– Juego de reducción fenomenológica  

S. Hawking y L. Mlodinow en la obra El gran diseño, describen que la construcción de un mundo está dado, básicamente, por la realidad dependiente del modelo y presentan un proceso (juego de la vida)[2] que, mediante reglas sencillas, propuestas al inicio del proceso, crean un complejo sistema inteligente y autorreplicante en el tiempo.

El juego de la vida fue inventado en 1970 por John Conway, un joven matemático de Cambridge. En un tablero, de infinitos casilleros, se inicia el juego con supuestos básicos y donde se van generando nuevas configuraciones complejas a partir de una situación inicial muy simple. Dado que el juego de la vida puede asimilarse al modelo Cread 90, una especie de Espacio de la mente (neuronal), veremos las similitudes entre ambos modelos.

Juego de la Vida: utiliza conjunto de reglas simples para generar un comportamiento complejo.

Cread 90: Se compone de módulos simples que interactúan generando un sistema complejo.

Juego de la Vida: Se juega en un tablero que contiene cientos de miles de casilleros que cambian de estado con las reglas iniciales.

Cread 90: Se ejecuta en el cerebro (tablero) que contempla 100 mil millones de neuronas (casilleros) que cambian de estado al interactuar desde un estado inicial.

Juego de la Vida: contempla dos estados: casillero negro o blanco.

Cread 90: contempla dos estados: neurona activa o desactivada.

Juego de la Vida: Es imprevisible el comportamiento de los casilleros.

Cread 90: Es indeterminado el desarrollo de las conexiones de las neuronas.

Juego de la Vida: Genera probables emergencias de configuraciones globales.

Cread 90: El modelo es un proceso que crea emergencia de nuevas estructuras.

Juego de la Vida: Se configura en un modelo matemático.

Cread 90: El proceso utiliza elementos que se modela matemáticamente.

Juego de la Vida: El inicio del juego determina el proceso creador.

Cread 90: La intención inicial es determinante del proceso creador del sistema.

Juego de la Vida: libertad inicial de elegir el objeto y posición.

Cread 90: libertad inicial de seleccionar la intención objetivada.

  • JARDÍN ELECTRÓNICO

Otro juego computacional, creado por Steen Rasmusen, es el Jardín Electrónico, un sistema de aplicaciones de la autoorganización. Es un sistema complejo que deriva de instrucciones básicas como “semillas” que se plantan en el “suelo” (memoria del computador). A veces ocurren patrones de comportamiento autoorganizados y si se agregan interferencias que generan sistemas extremadamente complejos.

Tanto el Juego de la vida, el Jardín electrónico, como el modelo Cread 90, por último, sostienen la comprensión de que nosotros somos los creadores de la realidad. Como señala S. Hawking:

Nosotros somos los creadores –escogemos el estado inicial del sistema al especificar los objetos y sus posiciones en el inicio del juego.

Así como Wilber nos plantea la existencia de diversos modos de conocimiento[3] a través de los ojos de la carne, de la razón y de la contemplación, la aplicación de los módulos del proceso autonómico (Cread 90) puede efectuarse de tres formas, que contemplan la totalidad de los módulos pero dándole mayor énfasis a uno de ellos en su etapa preliminar, sin dejar de participar el resto de los módulos. Así, tenemos el Modo Visual, que contempla, en las etapas preliminares, imágenes como recurso fundamental del proceso meditativo. Este modo, se estructura y se muestra a continuación, en las Secuencias de Inmersión Virtual. El Modo Verbal, que sería aquel que considera, en gran parte, en su etapa preliminar, una extensa descripción verbal del juego meditativo o juego de la Inmortalidad, adicionándole instrucciones descriptivas del proceso del juego lúdico, que en su etapa intermedia se acopla con el modo acústico. Este juego contempla una caja que contiene diferentes grupos de tarjetas, agrupadas por series de temas. Cada tema contiene un conjunto de tarjetas de la misma serie. Uno de los participantes (hasta 7) extrae un solo grupo de los temas. Luego se esparcen las tarjetas seleccionadas sin ver su contenido y, por último, cada participante escoge una tarjeta (imagen atractor de meditación) para su fijación de la atención, dejando la tarjeta boca abajo. El resto del proceso se acopla con la forma o modo acústico. Al término de la meditación, cada participante relata su experiencia y ésta se compara con la imagen seleccionada. Gana aquel que mejor se aproxime a su experiencia con dicha imagen o viva la mejor experiencia. La tercera forma de efectuar el proceso autonómico es mediante el Modo Acústico, que refuerza la música en casi todo el proceso en detrimento o desaparición de lo verbal y lo visual. Esta última forma puede resumirse conteniendo los pasos siguientes:

  • fijación de un objetivo general por el instructor (verbal). Es la primera etapa del proceso autonómico. Debe quedar bien clara la definición de la intención para poder avanzar a la siguiente etapa.
  • Elemento material o mental (Visualización) de sustento permanente de fijación de la atención.
  • Interacción de un estímulo sensorial (música o sonido) con el elemento sustentador de la concentración.

Cualquiera sea el modo utilizado para el acceso a la inmersión virtual, en el proceso autonómico, debe considerarse los preparativos preliminares:

  • un lugar medianamente silencioso y con bajo nivel de iluminación.
  • Sentarnos cómodamente o en la posición elegida.
  • Cerrar los ojos.

Por último, la salida del proceso de inmersión virtual se lleva a cabo por el término del estímulo sensorial y/o instrucción explícita del término de la meditación por parte del instructor.

Juego De la Inmortalidad

Ahora, el modo de inmersión virtual utilizado, parece ser dependiente de los factores individuales, de la naturaleza de los estímulos (verbal, visual, acústico) y contexto[4]. También dependerá de las características y resultados individuales de los participantes según sea su forma de aproximación a las técnicas empleadas, dado que difieren en su composición Yin o Yang.

La fenomenología es el método científico de investigación del existencialismo. Para ello emplea un proceso de reflexión y reducción fenomenológica.

Para iniciarse en un programa meditativo es recomendable y necesario desaprender y cambiar de hábitos, prejuicios, creencias o paradigmas, a través de  experiencias de reflexión y de reducción fenomenológica[5] (juegos) físico-mentales (una especie de Koan del Zen) que permitan facilitar la apertura a otras formas de percepción de la realidad.  Estas reflexiones y experiencias, están “destinados a hacer vacilar una evidencia que uno creía garantizada: nuestra identidad, por ejemplo, la estabilidad del mundo exterior, o incluso el sentido de las palabras”. Estas reflexiones y experiencias[6] se emplean, como herramientas de modificación de la percepción, dentro de una situación de taller de aprendizaje que facilitará el acceso a la inteligencia transpersonal durante el proceso de la Experiencia de Meditación Disipativa (MD).

Antes de acceder a la meditación (sugerida o cualquier otra) y a los juegos o experiencias de reducción fenomenológica, veamos qué se entiende por estas experiencias.

Reflexión

Es detenerse en el presente de una observación. Es olvidarse de todo aquello que no tenga que ver con lo central de nuestra mirada del ahora. Es el comienzo de dejar de lado los prejuicios y sumisiones y encontrar así la libertad y autonomía de pensamiento. Es el principio del redescubrimiento del presente. Es un escape a la sumisión cotidiana de nuestras vidas. Es liberarse del aturdimiento de la conciencia con los fetiches tecnológicos de nuestra era. Es liberarse de la locura inconsciente de nuestros tiempos. En una palabra, es recordar que en nuestra interioridad somos libres.

Para acceder a este ámbito, de 35 reflexiones, las agrupamos en cinco rubros:

  1. EL TIEMPO DEL QUE IGNORA LO QUE SABE
  2. EL TIEMPO DEL QUE SABE LO QUE IGNORA
  3. EL TIEMPO DEL IGNORANTE QUE NADA SABE
  4. EL TIEMPO DEL SABIO QUE TODO IGNORA
  5. EL TIEMPO QUE TODO ESO SOMOS

Reducción fenomenológica        

Es la contemplación de los fenómenos, tal como se experimentan, en su esencia, sin revestirlos a referencias del pasado, como son conceptos, creencias y asociaciones o relaciones con otros actos conscientes que impliquen interpretaciones de la realidad. Debemos liberarnos de los paradigmas, que someten nuestra percepción, mediante el proceso de reducción fenomenológica. Como señalamos anteriormente, siempre actuamos según un marco de referencia que generamos o aceptamos en nuestra mente, rigiendo y orientando todo nuestro comportamiento según estos conceptos paradigmáticos que modifican nuestra percepción, pensamientos y acciones que originan con ello un proceso de validación y aceptación de nuestro modelo y visión del mundo: un libro, un autor, una idea o sistema de pensamiento, tienen influencia en nosotros, mientras no incorporemos a nuestra mente nuevos conceptos o modelos de acción. Prácticamente, los paradigmas o “sistemas de sumisión”, nos afectan directa o indirectamente a causa de nuestra conciencia asociativa-programada. Sin embargo, esta misma situación nos da la capacidad de alterar la “sumisión” paradigmática, pues basta modificar los conceptos autorreferenciales para percibir el mundo de otra forma, orientando nuestro comportamiento bajo un nuevo paradigma del Ser, aun cuando normalmente el individuo no intenta modificar los conceptos que actúan como dogmas o prejuicios que suprimen o dificultan su libertad o independencia. Darse cuenta de este hecho es un factor importante que facilita el cambio, pues nos da la idea de que a pesar de que aparentemente el modelo adoptado en un momento pueda parecer correcto y adecuado, está, como toda proposición, sujeta a cambio de paradigma dados los nuevos descubrimientos de la conciencia del Ser. Nuevos puntos de referencia hacen percibir el mismo mundo desde otros puntos de vista que alteran, por ende, nuestro modo de actuar frente a él. Como dice Varela, el punto de partida es adoptar una actitud de reducción: poner entre paréntesis, suspensión de las creencias.

Las 35 experiencias (juegos) de reducción fenomenológicas[7] seleccionadas, son las siguientes:

  1. Llamarse a sí mismo.
  2. Vaciar de sentido una palabra.
  3. Ver las estrellas abajo.
  4. Ver un paisaje como una tela tensada.
  5. Hacer una pared entre las manos.
  6. Caminar en la oscuridad.
  7. Pensar en todos los lugares del mundo.
  8. Imaginar que pela una manzana.
  9. Creerse en las alturas.
  10. Contar hasta mil.
  11. Seguir los movimientos de las hormigas.
  12. Observar el polvo al sol.
  13. Hacerse el animal.
  14. Esperar sin hacer nada.
  15. Tratar de no pensar.
  16. Escribir.
  17. Convertirse en música.
  18. Pasear en un bosque imaginario.
  19. Entrar en el espacio de un cuadro.
  20. Escuchar su voz grabada.
  21. Observar un objeto definido.
  22. Observar un lugar no definido.
  23. Observar caras en la oscuridad.
  24. Reírse.
  25. Ver con un solo ojo.
  26. Oír sonido interior.
  27. Caminar sobre una línea en suelo, imaginando estar a gran altura.
  28. Oír el sonido del mar.
  29. Ver figuras de Escher.
  30. Oír sonido de copa de cristal.
  31. Creer en la existencia de un olor.
  32. Imaginar comer una naranja o limón.
  33. Permanecer sentado en la oscuridad.
  34. Acariciar dos objetos (con forma y sin forma) simultáneamente.
  35. Ver, oír y respirar por una sola fuente.



[1] El Gran diseño de S. Hawking y L. Mlodinow; Nuevos paradigmas a comienzos del tercer milenio de A. Fischer.

[2] Juego de la vida, inventado por John Conway (matemático), es un sistema informático que se autoorganiza de forma inteligente y compleja, presentándole ciertas reglas simples en el estado inicial del sistema.

[3] El conocimiento sensorial (ojo de la carne) se deriva de la percepción sensorial. El conocimiento conceptual (ojo dela mente) tiene que ver con el lenguaje verbal, ideas y conceptos del pensamiento lógico-secuencial. El conocimiento contemplativo (ojo del espíritu) permite la percepción trascendental, un conocimiento trans-sensorial y trans-verbal.

[4] Hay que considerar que la posición corporal incide en el tipo de percepción, como señala F. Varela, “un cambio de postura, ante un idéntico estímulo sensorial, altera las respuestas neuronales en la corteza visual primaria, demostrando que, a pesar de la aparente separación, el motorium está en consonancia con el sensorium ( ) en un modo que depende del contexto”. Conocer, F. Varela (2005). Desde hace muchísimo tiempo, los chamanes sabían de la importancia y poder de las posiciones y su incidencia en el trance, como las descritas en las investigaciones de Felicitas D. Goodman. El viaje del chamán, Doore, G. (1993).

[5] Contemplación de los fenómenos tal cual ocurren, en su esencia, sin revestir de apariencias, referencias, conceptos, teorías y otros agregados.

[6] Se tomó como referencia algunos de los ejercicios del texto de Roger-Pol Droit “101 experiencias de filosofía cotidiana”.

[7] F. Bertossa & R. Ferrari señalan: “F. Varela propuso un método llamado neurofenomenología y que trabajó hasta el final de su vida, junto a filósofos y psicólogos experimentales, para perfeccionarlo e impulsarlo. Es un primer paso muy prometedor que busca colmar la ausencia de procedimientos operativos que presentan las obras de Husserl y otros fenomenólogos.”